¿Tienes un pequeño con disCapacidad intelectual? Partiendo de la base de que se trata de un niño como otro cualquiera, con sus fortalezas y sus debilidades, un niño con diversidad funcional puede presentar, entre otras cosas, un déficit en la capacidad adaptativa, es decir, puede tener alguna carencia en la comunicación, en el ámbito académico o en cuanto a las habilidades sociales.
Sin embargo, estos niños poseen muchas aptitudes y son todo un mundo por descubrir. Así pues, el objetivo es fortificar esas ventajas que tienen y educarlos para un mañana.
A continuación te damos 6 consejos sobre cómo actuar en esta situación.
6 Consejos para padres o profesores de Niños Con Discapacidad Intelectual
1. Infórmate. Una de las formas más efectivas de abatir las barreras que existen en la sociedad sobre las personas con discapacidad, es la información. Conoce todo lo relacionado con el tema, y así comprenderás mejor a la otra persona.
2. Paciencia. Todos los niños pequeños necesitan de tiempo y tranquilidad para tratar con ellos. De esta manera, con los pequeños con capacidades especiales, se debe seguir el mismo procedimiento, teniendo en cuenta, que su aprendizaje es un poco más ralentizado que el de otros niños.
Sin embargo, con esfuerzo y dedicación llegan a la meta. Deja que te ayude en casa, incluirlos en tareas cotidianas desarrolla sus capacidades y sus ganas de aprender se elevan.
3. Independencia. La deficiencia mental no es ninguna enfermedad, por lo que el pequeño tendrá que aprender a desenvolverse por sí mismo.
Dale libertad para que realice trabajos por su cuenta, sin la necesidad de hacérselo tú todos. Dependiendo del grado de discapacidad, podrá conseguir distintos objetivos de independencia.
4. Sociabilidad. Deja que se relacione con otros niños de su entorno, este contacto beneficia tanto al niño con diversidad funcional como al otro. La integración es fundamental para una vida social sana, debe de aprender que es una persona válida y no tiene por qué ser tratado distinto por los demás.
La realización de actividades extraescolares es ideal para que el pequeño conozca a otros niños de su edad y tenga la oportunidad de relacionarse con ellos.
5. Acompañamiento. Es recomendable que los padres del niño esté en un continuo contacto con sus profesores, para conocer así el desarrollo del pequeño y tener un control de sus avances.
6. Contacto. Para los familiares directos, es aconsejable ponerse en contacto con otros padres o parientes de niños en la misma situación, compartir opiniones, consejos y recomendaciones, todo esto ayuda a enfocar la realidad desde otra perspectiva y encontrar un apoyo.
La clave para que tu hijo con discapacidad intelectual desarrolle una vida sana se centra principalmente en la información y en la no subestimación de sus parientes, además, hay que tener en cuenta que la sobreprotección hace mucho mal al pequeño a la hora de desenvolverse el día de mañana.
La paciencia es fundamental en la educación de los niños especiales. Hay que tener en cuenta además, que cada persona posee un carácter distinto y que existen diferentes niveles y ritmos de aprendizajes, por lo que no hay que desesperarse y tratar con tranquilidad y amor a estos pequeños.
Jugar, la mejor terápia
Simular juegos para trabajar el despegue y la independencia es una buena manera de desarrollar las habilidades del niño y amoldar el funcionamiento de su cerebro, y además no le resultará costoso por su parte.
Jugar es esencial para cualquier niño, presente discapacidad o no, para alcanzar un desarrollo social, psicológico y personal. En el caso de que la persona tenga un problema mayor, es recomendable visitar a un profesional.
Ejemplos de juegos que puedes utilizar:
• Palabras encadenadas: en grupo, se intenta enlazar palabras con la última sílaba de la palabra anteriormente nombrada. Así, el niño trabaja la memoria verbal y la velocidad de procesamiento.
• ¿Cuántos hay?: este juego trata de contar cuántos elefantes, mariposas, monitos, hay en la imagen. Esta actividad potencia la memoria a corto plazo.
• Formar parejas: consiste en colocar figuras o cartas con dibujos boca abajo. Estas figuras deben de tener su pareja, para que el niño intente encontrar los pares en el menor tiempo posible. Esto facilita la memoria de trabajo y el aprendizaje.
• Collage: dale al pequeño distintos tipos de materiales y cola. Explícale que con ellos debe de elaborar lo que se le ocurra. Con esto se potencia la creatividad.
• Hacer palmas al ritmo de la música: ponle una canción con ritmo y alegre, para que el niño siga el compás con sus palmas. Así, se fortalece su coordinación motriz. Bailar simplemente, sin una regla fija, contigo o con sus amigos, también es una buena manera de ejercitar la capacidad motora y pasar un buen rato.
Todos estos juegos y los que se te ocurran son perfectos para trabajar con tu pequeño. Y recuerda, si realizáis estas actividades juntos, vuestro vínculo se estrechará y podréis tener una magnífica relación.
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